sábado, 17 de mayo de 2008

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La noche en mi puño.
No es un signo de protesta.
No es un recurso de poeta.
Sólo tengo miedo de que escape
y me empape entero
mi ropa,
mi insignificancia
y el alma que arrastro como triste chatarra.

3 comentarios:

juan rafael dijo...

Tener la noche en un puño es controlara tu destino nocturno.

Jara dijo...

Procura abrirlo cuando empiece a amanecer...


pd: no me lo digas dos veces

Anónimo dijo...

A veces todo es en vano, el acariciar el poder con el puño es placentero pero a veces efímero, tan extraño como ser una araña marciana como ziggy Stardust.

saludos