sábado, 3 de mayo de 2008

5

Le pido que salga de mi cama.
No quiero su piel. Me estorba su amor ahora.
Cuando ella quiere un beso
es cuando quiero odiarla.
Cuando quiere un abrazo
es cuando quiero su sexo.
Deberías abofetearme,
deberías huir de esta araña
a la que estrechas contra tu humilde pecho.
Deberías no haberme conocido.
Soy peor que una rata porque no sé
quién soy.
Deambulo por la noche de mi alma,
que es la peor de las cloacas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta la parte sucia del alma, es la más sincera de las entrañas

saludos

yo, la reina roja dijo...

Buen cierre. Sucio y verdadero.

ALICIA MARTÍNEZ dijo...

Hola Palabarista: Me ha llegado tu poesía. Te leeré con calma. Este poema es especialmente enorme, sincero... la suciedad es otra cosa. Gracias por pasarte por mi blog. Te visitaré a menudo.

Un beset,

Ali