jueves, 12 de junio de 2008

17

Ahora que camino con una mano en el bolsillo,
y en el bolsillo no llevo más que unas monedas,
y con estas monedas no compro felicidad;
ahora que hacer ruido en el pavimento
es un acto clandestino, casi sigiloso,
todos comen, duermen o fornican
y yo -alambre, hilo, poro- sólo odio;
ahora que soy un punto gris en la ciudad,
el payaso despedido por dar pena,
la esquela borrada por dar risa;
ahora que veo con transparencia lo que soy
-un hombre que escribe que lleva un bolsillo
huero-; digo todo lo ya dicho en soledad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

oscuridad relativa