Debí de salir del coño de mi madre
-perdona, madre, que sea así, tan rudo-
y caer en las páginas de un diccionario.
No hay paso que no dé sin una palabra
santa, puta, viva o muerta.
Seguramente mi cordón umbilical
tuviera más sílabas que proteínas.
Está claro que por eso soy pálido
y tengo estos andares pausados.
Por eso mi cuna fue en verdad la luna.
Por eso estos juegos palabares.
Por eso me infecto la herida cuando digo que amo.
lunes, 16 de junio de 2008
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3 comentarios:
Deberias odiar
así quizás la herida infectada pasaría al cordón umbilical y el veneno conseguiría que las putas palabras ya muertas que pudieron salir de tu boca, fueran un roto te quiero.
Es que el verbo 'amar' es pluscuamperfecto, y duele cíclicamente con una esdrujulez insoportable
eso está bien, pero todos sabemos que las palabras son putas, vagan de boca en boca, de hígado a hígado, para nunca más volver
saludos
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