Empatizo contigo, Garcilaso.
Tantas veces envié a paseo
a mi fría Galatea
y luego viene ella
con su cuello blanco,
su melena de oro,
sus tacones fatales,
enfundada en unos levi's bootcut...
y cómo le digo todo
lo que le he dicho por escrito.
Ninguna palabra me salva entonces
de las manos de mi amada.
Es una araña. Y yo una mosca.
Si me dice Ven me engulle,
a mí, a mis versos,
y a mi corazón de papel mojado.
miércoles, 25 de junio de 2008
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5 comentarios:
pegale un buen escupitajo en la cara
ja ja
no está mal. es interesante lo que escribes.
saludos desde el mundo de los gusanos
Mundo gusano, fui a echar un vistazo por tu blog y no estoy invitado a ello.
Pues un saludo desde aquí.
Seca el corazón, quizás así te puedas salvar de sus garras
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