viernes, 11 de julio de 2008

26

Con 23,90 al mes, seguro de vida,

tú que eres joven, tendrás

la casa pagada en caso de defunción.

Firma aquí, Enrique, estarás contento...

Por asegurarte contra la muerte,

te regalamos un juego de café para las visitas.

Bajo esta baldosa de la casa guardaste,

una noche, el bello cuerpo de tu amada,

plegado y eterno. No necesitaste embalsamarlo,

sólo le dedicaste unos siglos

de amor, versos, ceniza...

Si analizaran tu cerebro en un laboratorio

tus dos hemisferios serían materia enemiga.

Hércules borracho contra el cabrón de Euristeo.

Cerebro de exposición, tristeza de museo.

Anoche soñaste con un cuadro de Dalí;


esta mañana no hay quien mate tu migraña

que habita todas las estancias de tu casa.

Una vez fuiste niño y tu madre te mintió

en sus brazos, con malta y galletas.

En el cerebro te crecieron tristes amapolas.

El cigarro que fumas es ficción;


tú eres el humo y el filtro su boca de ballena.

Estas ganas de llorar el océano Atlántico son

directamente proporcionales al declive de tu cuerpo.

Las palabras que tus dedos teclean no son

sino tu silueta difunta repetida por defecto.

Esta es la receta de tu vida cruda.

Te tragas el mejunje y callas.

1 comentario:

Jara dijo...

palabras al borde del precipicio, de una vida que fue, es y será tuya propia. Con veneno, con juegos, mentiras de pequeños y abrazos que no fueran más que el propio escaparate del que sería el amor muerto. Que más da... en tu mente está y poco a poco irá explotando hasta que quede eso.. la nada y la tristeza suicida.